Un puente de glúteos estándar trabaja las caderas, el tronco y los glúteos, pero esta variante añade una salida, que hace hincapié en los isquiotibiales. Fortalecerá y alargará los músculos isquiotibiales a la vez que activa el tronco, las caderas y los glúteos.
Para realizar un puente de glúteos, túmbate de espaldas con los brazos a los lados, los pies separados a la anchura de los hombros y las rodillas flexionadas a 90 grados. Despega con fuerza las caderas del suelo apretando los músculos de los glúteos y presionando los talones contra el suelo. Tu cabeza debe permanecer alineada con la columna vertebral en todo momento. ¡Aquí es donde el ejercicio difiere de un puente de glúteos estándar! En la posición de puente, camina lentamente con los pies hacia delante manteniendo las caderas lo más elevadas posible. Una vez que estés en extensión completa (este es el punto justo antes de que tus caderas empiecen a bajar) empieza a caminar con los pies hacia atrás hasta la posición inicial del puente de glúteos. Cuanto más alejes los pies, más difícil será este ejercicio
Realiza este movimiento lentamente y con control para que puedas concentrarte en mantener los glúteos y el tronco comprometidos.