La sentadilla con peso corporal es uno de los ejercicios más conocidos que existen y, por ello, es muy importante tener la técnica adecuada, sobre todo cuando empiezas a progresar con este movimiento.
Las sentadillas activan una gran variedad de músculos de la parte inferior del cuerpo, incluidos los glúteos, los isquiotibiales, los cuádriceps y los gemelos. Todos estos músculos son vitales para correr, ya que te permiten transferir potencia hacia abajo y hacia tu zancada. Esta variación de la sentadilla también activará los músculos de las pantorrillas y te ayudará a mejorar el equilibrio.
Lo primero que hay que tener en cuenta al hacer una sentadilla es la posición de los pies. Para saber dónde caerán tus pies de forma natural, que suele ser la mejor posición, puedes simplemente saltar en el aire y aterrizar con una postura firme. Es probable que donde caigan tus pies sea una buena posición de cuclillas. Buscamos que nuestros pies estén separados un poco más que la anchura de las caderas, con los dedos ligeramente inclinados hacia fuera.
Con los pies en posición, mantente erguido con los brazos cruzados sobre el pecho. Dobla las rodillas para bajar las nalgas hacia el suelo a unos 90 grados. Mantén la cabeza alta, la espalda plana, la mirada al frente y el tronco fuerte. Una vez en la posición de sentadilla, haz una pausa de un segundo en la parte inferior y luego empuja hacia arriba. En el movimiento ascendente, compromete los glúteos y empuja hacia arriba los dedos de ambos pies para implicar a los músculos de la pantorrilla. Aguanta un segundo en la parte superior, vuelve a la posición inicial y repite.
Este ejercicio puede poner a prueba tu equilibrio, así que utiliza una pared para equilibrarte hasta que domines el movimiento.