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Cómo volver a correr con seguridad es probablemente una de las preguntas más frecuentes que se hacen a un fisioterapeuta, y estamos aquí para darte toda la información que necesitas para volver a correr con seguridad. Tu principal objetivo debe ser asegurarte de que tu cuerpo está preparado para volver a correr. Hay dos pruebas rápidas que puedes hacer para saber si estás preparado para salir por la puerta grande.
1. Prueba de trote de un minuto
Una prueba sencilla que podemos hacer es trotar en el sitio durante un minuto. Si al cabo de un minuto no tienes ningún síntoma ni dolor en la extremidad o extremidades afectadas, es un buen indicador de que estás preparado para volver a correr.
2. prueba de salto de 30 segundos
Saca tu cronómetro y salta sobre el "miembro lesionado" durante 30 segundos. Si no sientes ningún dolor en la zona, es probable que estés preparado para volver a correr poco a poco.
3. Primera carrera de vuelta
Siempre que no tengas ningún dolor durante esas dos pruebas, es el momento de retomar tu plan lentamente. El error más común que cometen las personas es intentar correr demasiado rápido, demasiado pronto. Tu primera carrera de vuelta debe consistir en intervalos de caminar-correr; se trata de una serie de intervalos de correr con descansos planificados para caminar. Nuestro cuerpo necesita tiempo para adaptarse a la carrera y absorber el impacto, y añadiendo un intervalo de caminata, podemos aumentar gradualmente nuestro volumen de carrera con el tiempo a un ritmo más seguro. Siempre debe ser un nivel de dolor de 3 o menos.
Aunque esto pueda parecer frustrante, debes asegurarte de no correr demasiado rápido, ya que cuanto más fuerte corras, más fuerza de reacción al suelo se generará y ésta se transmitirá a tus tendones, ligamentos, músculos y articulaciones, por lo que podría causar más daños.
A continuación, intenta hacer carreras suaves de menor intensidad antes de volver a las sesiones de mayor intensidad. Puedes ajustar el número de carreras por semana, o tu capacidad de carrera, fácilmente desde la aplicación Runna y tu plan se adaptará en consecuencia. Escucha a tu cuerpo y si no estás seguro al 100% de que estás preparado, no sigas avanzando hasta que tu cuerpo sea más fuerte.
Si todo va bien, podrás recuperar tu antigua capacidad de correr y prevenir la aparición de nuevas lesiones.