Me duele la cadera, ¿qué debo hacer?
Si empiezas a sentir dolor en la cadera mientras corres, es fundamental que actúes de inmediato. Te aconsejamos que dejes de correr para no empeorar la situación. Si sientes dolor con cualquier actividad, lo mejor es que descanses, pero si puedes entrenar de forma cruzada sin dolor, cambia tus sesiones de carrera a formas de ejercicio sin impacto.
Si el dolor no mejora con el reposo, te aconsejamos que consultes a un médico o fisioterapeuta. Un profesional sanitario tendrá los conocimientos necesarios para identificar correctamente el origen de tu dolor y ofrecerte un programa de tratamiento a medida para ayudarte a volver a estar al 100%. Es importante tener en cuenta que las siguientes sugerencias sólo deben considerarse consejos y que es importante ponerse en contacto con un profesional si el dolor de cadera persiste o te impide moverte normalmente sin dolor.
La importancia de la técnica de carrera
El dolor de cadera a veces está relacionado con la técnica de carrera. Puede que estés cargando las caderas de forma incorrecta o que sientas dolor referido desde otra zona debido a una mala forma. Merece la pena que un fisioterapeuta o un experto en biomecánica evalúe tu forma y te proporcione consejos y ejercicios para mejorarla. Consulta nuestra guía sobre para mejorar la técnica de carrera.
Fuerza y flexibilidad
Los desequilibrios y debilidades musculares son causas frecuentes de molestias en la cadera. Incluye en tu rutina de entrenamiento ejercicios de fuerza dirigidos a músculos importantes de la cadera, como los glúteos, los flexores de la cadera y los aductores, para reducir las molestias. El entrenamiento de estas zonas proporciona estabilidad al reforzar los tejidos de soporte que rodean las caderas. Combínalo con ejercicios constantes de movilidad y estiramiento para mejorar la flexibilidad de la cadera y reducir la tensión. Esta estrategia no sólo reduce la posibilidad de dolor de cadera, sino que también mejora la función general de la cadera, permitiéndote correr con más comodidad y eficacia.
Progresión gradual del entrenamiento
El dolor de cadera suele producirse por un rápido aumento del kilometraje. Evítalo aumentando progresivamente el ritmo, la distancia y la intensidad en tu régimen de entrenamiento. Ten en cuenta también el tiempo suficiente de descanso y recuperación. Esto permite a tu cuerpo curarse, adaptarse y reducir la posibilidad de lesiones por uso excesivo. Sé flexible con tu entrenamiento, escucha las necesidades de tu cuerpo y sigue un programa de entrenamiento completo.
Calzado
Llevar unas zapatillas de correr adecuadas a tu tipo de pie y a tu estilo de correr es fundamental. Si eres una persona que necesita un calzado con más sujeción, es importante que adquieras el par adecuado. Las molestias en la cadera pueden verse agravadas por un calzado incómodo o desgastado, así que controla cuántos kilómetros has corrido con él, mejóralo si la suela se está desgastando o si no te proporciona el mismo apoyo.
Las lesiones son frustrantes, y probablemente estés leyendo este artículo porque te duele la cadera y estás en un callejón sin salida. Sé paciente, tómate tu tiempo en volver para evitar que la lesión se repita, céntrate en ponerte fuerte y en hacer las cosas que puedas controlar.